Madrid vive una fiebre hotelera. En los próximos dos años la ciudad aumentará su capacidad alojativa en más de 3.000 habitaciones que se sumarán a las 43.000 actuales. La mitad de ellas serán de gama superior, según ha publicado ‘El Mundo’. De hecho, de los 20 hoteles que se abrirán a corto plazo, 11 son de gran lujo. 

Madrid lideró el ranking de inversión hotelera el año pasado. Según la consultora JLL Hotels & Hospitality, en la comunidad autónoma se invirtieron 600 millones. La segunda fue Málaga, con 550 millones y la tercera Barcelona, con 530 millones. A nivel nacional se alcanzaron los 3.870 millones, una cifra que supera en casi un 75% al año anterior.

Uno de los factores que explica el fenómeno es “la existencia de una oferta hotelera diversificada, grupos hoteleros de primer nivel y un clima agradable” además de la “normalización de la situación política” y la “notable mejora a nivel macroeconómico”.  

A esto se le suma el aumento en la llegada de turistas extranjeros, que alcanzó los 82 millones en 2017, de los que 6,2 millones acudieron a Madrid y el precio del metro cuadrado en comparación con otras ciudades: “Hace dos años Madrid estaba en una situación de ocupación/precio medio más razonable que San Sebastián o Málaga, por ejemplo, y los inversores han visto una gran oportunidad de negocio” señala Bruno Halle, de la consultora Magma Hospitality. 

El turista de alto standing también ha puesto la mirada en la ciudad, pues se ha convertido en capital de alta gastronomía y del shopping.

Esto es solo el principio. Desde JLL apuntan que “la llegada de marcas como Mandarín, Four Seasons o W impulsará el crecimiento de tarifas y beneficiará al mercado hotelero de Madrid como sucedió en Barcelona cuando entraron Mandarín y W en 2009”.