La mala racha continúa para Uber. Un informe interno sobre la empresa llevado a cabo por el ex fiscal general de Obama, Eric Holder, muestra la necesidad de un cambio en la cultura laboral de la compañía a través de medidas como la prohibición de las relaciones sexuales entre empleados y la reducción del uso del alcohol en eventos y fiestas de empresa. 

Los escándalos a los que se ha enfrentado la empresa han reducido su valoración en un 15%. En el primer trimestre Uber facturó 3.000 millones de euros con unas pérdidas de 631 millones, algo que la mantiene alejada aún de los números negros, aunque ha perdido cuota de mercado frente a su competidora Lyft.  

El pasado martes se comunicó que Travis Kalanick, su consejero delegado, se apartaría del cargo temporalmente. Esto es consecuencia de los escándalos desatados por una ex ingeniera de la empresa que explicó en febrero en su blog cómo el Departamento de Recursos Humanos de Uber se había negado a sancionar a un superior que la había acosado sexualmente. La situación se agravó cuando Kalanik fue grabado discutiendo con uno de los chóferes de la empresa durante un trayecto. 

Hasta la fecha, 20 empleados han sido despedidos y se ha aprobado una serie de medidas como la revisión y reasignación de las responsabilidades de Kalanick, así como la creación de un comité de supervisión en el consejo y el nombramiento de un presidente independiente.

Los empleados han sido informados de la marcha del CEO a través de un correo interno en el que explica que necesita un tiempo para “trabajar en sí mismo” y “reflexionar sobre la construcción de un equipo de liderazgo mundial”.