El agua ha vuelto a su cauce en la principal casa de Ryanair, Irlanda. Por una parte, pilotos y compañía han llegado a un acuerdo en lo que se refiere a condiciones laborales. Asimismo, la compañía ha reculado en su intención de retirar toda la flota del país.

Según informa Air Online, el sindicato de pilotos IALPA ha aceptado de forma unánime el preacuerdo colectivo alcanzado tras las duras negociaciones en las que tuvo que intervenir Kieran Mulvey, experto en este tipo de conflictos y exmiembro de la Comisión de Relaciones Laborales del Parlamento Irlandés.

Definitivamente, la aerolínea ha aceptado nueve de las once reclamaciones de los pilotos, entre las que destaca que el sistema de traslado de personal de unas bases a otras será “más justo y tranparente”.

Esta paz pactada ha llevado a Ryanair a anunciar que da marcha atrás y que no reducirá de 30 aviones a 24 aviones su flota de Irlanda. En caso de haber cumplido sus amenazas originales, la empresa encabezada por Michael O’Leary habría eliminado 300 puestos de trabajo: 100 de pilotos y 200 de tripulantes de cabina.