Ryanair ha anunciado el despido masivo de los pilotos y tripulantes que trabajan para la aerolínea en Holanda.

Según informa Daily Mail, pese a que la compañía alude a malos resultados económicos, los trabajadores aseguran que se trata de una represalia por negarse a ser “voluntariamente” recolocados en bases de la empresa en otros países como Bielorrusia, Rumanía, Marruecos o Azores (Portugal).

La aerolínea de bajo coste irlandesa solicitó oficialmente el despido colectivo de todo su personal ante la Agencia de Seguros para Empleados de los Países Bajos (UWV), la autoridad administrativa del gobierno que gestiona las prestaciones por desempleo. Los malos resultados económicos de su base en Eindhoven, que fue cerrada el pasado 5 de noviembre, son el motivo que esgrime la línea aérea para tomar esta decisión.

En total, 16 pilotos y 98 tcp pierden sus empleos. El sindicato de pilotos VNV y el de tripulantes de cabina (FNV) aseguran que apelarán el despido masivo ante el órgano de gobierno. Sostienen, además, que Ryanair tendrá que demostrar con pruebas los malos resultados económicos.

Desde las asociaciones sindicales aseguran que el cierre de la base de Eindhoven está relacionado con los dos días de huelga que convocaron los pilotos el pasado mes de octubre. Los trabajadores protestaban por la falta de garantías de sus derechos básicos y pedían un cambio en la cultura empresarial de la aerolínea. Asimismo, explican que con esa medida se forzaba a la plantilla a desplazarse a países del Sur y del Este de Europa y del Norte de África, naciones que tienen una legislación laboral menos restrictiva.

De hecho, los pilotos presentaron una demanda contra la obligación de traslado, ganando el proceso judicial, sin embargo, desde Ryanair se envió una carta en la que se les comunicaba que tenían cuatro días para elegir entre ser “voluntariamente recolocados” o ser despedidos.

Un portavoz de Ryanair aseguró que “se le ofreció puestos de trabajo en otros destinos de la red” pero que “si eligen no trasladarse” respetarían sus derechos, aunque advierte que no habrá empleos en Eindhoven.