Air France y Lufthansa podrían estar ejerciendo presión en Bruselas para que la Comisión Europea adopte medidas duras en el sector de la aviación comercial, bajo el marco del Brexit. El objetivo consiste en perjudicar a su mayor competidor en Europa: el conglomerado de aerolíneas IAG, matriz de Iberia.

Según ha informado vozpópuli, una posición dura de la Comisión Europea dejaría muy tocada a Iberia, ya que perdería sus derechos de vuelo en la Unión Europea, si no logra demostrar que el 51% de su propiedad está en manos de capital comunitario. De no hacerlo, perdería el hub del Aeropuerto de Madrid-Barajas, donde el holding dispone de diferentes conexiones con América Latina.

La cúpula de IAG tiene conocimientos del lobby realizado por sus dos competidores, que esperan salir beneficiadas en el caso de que Iberia deje de operar los vuelos trasatlánticos, ya que podrían ofrecer estas conexiones desde París (Charles de Gaulle) y Fráncfort (Alemania).

A este respecto, la matriz de Iberia ha manifestado: "Cualquier intento de frustrar la competencia afectará a los consumidores europeos, elevará las tarifas, causará pérdidas de empleos y perjudicará a las economías europeas".

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Plan de contingencia de la Comisión Europea

La Comisión Europea (CE) está esperando a ver qué Brexit se produce para tomar las medidas correspondientes. No obstante, dejó claro que si la salida de Reino Unido se efectúa sin acuerdo, el “tráfico aéreo entre la UE y Reino Unido se interrumpirá a partir de la fecha de retiro (29 de marzo de 2019)”.

En este sentido, los planes de contingencia de la CE para un Brexit sin acuerdo contemplan que las aerolíneas que no tengan control comunitario (51% de la propiedad no esté en manos de accionistas de la UE) no podrán seguir realizando vuelos domésticos intra-UE o conexiones con escala en Europa. Por lo que tanto Iberia como Vueling, también de IAG, están en apuros, ya que el holding no alcanza el 51% de capital comunitario.

En este escenario, la aerolínea española no podría realizar, si quiera, el histórico puente aéreo Madrid-Barcelona. Por ello, IAG ha solicitado un tiempo muerto a Bruselas para poder establecer un plan de contingencia de mayores garantías ante un Brexit duro.

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La baza de El Corte Inglés

IAG intentó librarse del plan de contingencia de la CE, alegando que más del 50% de Iberia pertenece al El Corte Inglés. En concreto, aseveró que cuando se fusionaron Iberia y Vueling, la compañía española pasó a ser propiedad al 100% de la sociedad denominada Ib Opco. En esta empresa se separaron los derechos de voto de los económicos, quedando el 100% de la propiedad económica en manos de IAG, así como el 49,9% de los derechos políticos. El resto, el 50,01%, pasó a ser propiedad de Garanair, que pertenece a El Corte Inglés. De esta manera, Garanair controla el 50,01% de los derechos políticos de Iberia, pero no tiene ningún tipo de poder económico sobre ella. No obstante, este planteamiento resultó insuficiente para la CE.