España no es el único país en el que los contagios se están disparando. Nuestro vecino, Portugal, también está viendo un crecimiento exponencial de los casos de coronavirus, con una presencia dominante de la variante Delta. Especialmente en zonas eminentemente turísticas, como Lisboa o la región del Algarve, donde los casos han crecido hasta un 54% en la última semana.

Para tratar de frenar la propagación del virus, el Consejo de Ministros portugués ha aprobado una serie de medidas concernientes al sector turístico. Entre ellas, se hace obligatoria la presentación de un test negativo o del certificado digital —que acredite el test negativo, la pauta completa de la vacuna o haberse recuperado de la enfermedad— para acceder a los establecimientos turísticos y alojativos ubicados en el Portugal continental (no se aplica en Madeira o Azores).


 

Asimismo, en los concelhos en riesgo alto o muy alto también será obligatoria la presentación de la prueba con resultado negativo o el certificado digital para acceder al interior de los restaurantes. Esta medida se aplicará durante todo el día los fines de semana y festivos, así como los viernes a partir de las 19:00h. El horario de apertura de este tipo de establecimientos se amplía hasta las 22:30h —anteriormente debían cerrar a las 15:30h).

Tal y como señala Diário de Notícias, las medidas entran en vigor a partir de este sábado 10 de julio a las 15:30h y afectan a residentes y turistas a partir de los 12 años de edad.

Para facilitar la aplicación de estas restricciones, el Gobierno luso permitirá la venta de autotest en los supermercados. Los test válidos serán: la PCR (con una validez de 72 horas), los test rápidos de antígenos (válidos durante 48 horas) y los autotest de antígenos (24 horas). En el caso de los últimos, se deben realizar en presencia de un profesional de la salud, farmacéutico o en la puerta del establecimiento bajo supervisión de los responsables del mismo.