El 28 de noviembre, tuvo lugar en París la 173ª Asamblea General del BIE (Boureau International des Expositions), donde se procedió a la votación final para la designación de la sede de la Expo 2030.

Los finalistas en esta votación fueron las ciudades de Roma (Italia), Busán (Corea del Sur) y Riad (Arabia Saudí), siendo esta última la que obtuvo una contundente victoria, con 119 votos. No fue necesaria una segunda vuelta, al haber obtenido más de los dos tercios de los votos. Busan recibió 29 votos y Roma, tan solo 17.

El ministro saudí de Asuntos Exteriores, Faisal bin Farhal, quien se desplazó a París para dar su apoyo a Riad en la Asamblea del BIE, expresó el orgullo, así como el compromiso de su país para la celebración del evento. No es para menos, pues Arabia Saudí organizará, por primera vez en su historia, una exposición universal. El lema escogido es: “La era del cambio, juntos por un futuro clarividente”. La Expo 2030 de Riad tendrá lugar entre el 1 de octubre de 2030 y el 31 de marzo de 2031.

A la vista de los resultados obtenidos, se puede decir que de poco valieron las campañas en favor de Roma y Busán, a pesar del gasto publicitario empleado, de los apoyos institucionales e incluso de haber tratado de jugar la baza de las críticas ante la falta de respeto a los Derechos Humanos por parte de Arabia Saudí.

La proyección internacional de Arabia Saudí está experimentando un inusitado progreso. En 2034 será la sede de los Juegos Asiáticos. Igualmente, ha presentado su candidatura para organizar la fase final de la Copa del Mundo de Fútbol 2034, para la cual tiene serias opciones de ser designada, al no haber candidaturas rivales hasta la fecha. Ahora se recibe la noticia de que albergará la Expo 2030. Por todo ello, el país acomete a partir de este momento toda una serie de inversiones en infraestructuras, transportes, obra civil y, por supuesto alojamiento hotelero, ante las cuales las empresas españolas del sector, con sobrada experiencia y muchas de ellas acostumbradas ya a trabajar en Arabia Saudí (OHL, Indra, RENFE, ADIF, Abengoa…), pueden tener una halagüeña perspectiva de acción.