La ONG majorera (Fuerteventura, Canarias), Clean Ocean Project, ha retado al actor estadounidense George Clooney. La organización, que trabaja para cambiar la gestión de residuos e implantar acciones sostenibles para disminuir las cantidades de basura, ha impulsado una campaña internacional contra las cápsulas de café de Nespresso, de las que el actor es imagen. 

Lo que ocurre, es que debido a su pequeño tamaño, estas cápsulas elaboradas con plástico o aluminio no se pueden reciclar por medio de los métodos habituales, por lo que terminan ensuciando la naturaleza o amontonadas en los vertederos. 

Tal es así, que ciudades como Hamburgo (Alemania) han prohibido el uso de estas en los edificios públicos. Mientas que la compañía RIU Hotels & Resorts ha incluido café con el sello Rainforest Alliance Certified™, que acredita su sostenibilidad, en sus 48 hoteles de Europa África y Asia y el Gobierno de las Islas Baleares, por su parte, ha aprobado la normativo Ley de Residuos de Baleares que prohíbe la venta de pajitas, bolsas y bandejas de empaquetado en 2020. 

Suscripción

Debido a esta disyuntiva, el fundador de Clean Ocean Project, Win Geirnaert, emitió una carta abierta a Clooney para que se pronunciara, ya que el actor se ha declarado abiertamente “ambientalista”. No obstante, la respuesta corrió a cargo de Katherine Graham, gerente corporativa de Nespresso. Al parecer, la ONG y multinacional llevarían en contacto vía correo electrónico desde principios de 2018.

Según Geirnaert, la multinacional se defiende, alegando que emplea estrategias respetuosas con el medio ambiente, ya que la extracción del aluminio con el que se fabrica las cápsulas de café se realiza de forma sostenible. Sin embargo, el fundador considera que no deja de "evidenciar que se trata de un producto que prácticamente no se recicla en los países mediterráneos".  

En este sentido, la portavoz de Nespresso confirmó que la multinacional solo realiza un reciclaje de circuito cerrado en Suiza, donde estos pequeños envases procedentes de Suiza, Francia, Austria, Bélgica y los Países Bajos se constuyen con el aluminio de las cápsulas residuales. Sin embargo, la obtención de este material no deja de ser necesaria para crear nuevas cápsulas. 

Debido a que la empresa no cuenta con una economía circular al producir residuos que no se reciclan, la ONG estudia realizar una petición al Parlamento Europeo. “Nos queda ejercer presión sobre la política para cambiar la ley de envases mediante la introducción de un sistema de depósito obligatorio para las cápsulas de café”, aseveró Geirnaert. Por el momento, ya está recogiendo firmas a través de la página web del proyecto Clean Coffee Project.