La Organización Mundial del Turismo (OMT) está teniendo dificultades para animar a los países para que se adhieran al Código Internacional para la Protección de los Turistas (CIPT), El objetivo de dicho documento es ofrecer a los turistas una mayor protección jurídica, a medida que el mundo se abre de nuevo tras la pandemia y fue aprobado en la 24ª Asamblea General de la OMT que tuvo lugar el pasado mes de diciembre en Madrid (España). Pese al tiempo transcurrido desde entonces, solo se han adherido formalmente cuatro países: Ecuador, Guinea Bissau, Moldavia y Paraguay.

Con esto en mente, la OMT aprovechó la celebración la pasada semana en Punta del Este (Uruguay) de la 67ª reunión de la Comisión de la OMT para las Américas para ofrecer un seminario especial sobre el CIPT y, así, captar nuevos socios. De hecho, el país anfitrión y ha manifestado su intención de unirse.
 


Durante el seminario contó con las intervenciones de los expertos que participaron en la redacción de este marco jurídico, que desde la entidad califican como “histórico”. Además, se presentaron a los participantes los resultados de una reciente encuesta de evaluación de las posibles repercusiones del CIPT en la “legislación y las políticas de protección de los visitantes” realizada por la Asociación de Estados del Caribe en colaboración con la OMT.

Paralelamente, un panel de ministros de Turismo se centró en las situaciones de emergencia y en los derechos de protección de los turistas y exploró las oportunidades para reconstruir la confianza de los consumidores de turismo en un mundo posterior a la pandemia.