Las Kellys de Benidorm-Marina Baixa han denunciado que las mutuas siguen sin reconocer como enfermedades laborales las patologías derivadas de su profesión, a pesar de que la Mesa del Empleo de Calidad en la Hostelería las incluyó en el cuadro de patologías profesionales, el pasado verano.

“Denunciamos que cuando vamos a las mutuas de trabajo con alguna dolencia derivada de nuestra sobrecarga laboral, no son consideradas bajas laborales o enfermedad profesional, ni tan siquiera las ya reconocidas y al final hay que recurrir al INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) y solicitar la determinación de contingencias profesionales”, según detalló este colectivo en su cuenta oficial de Facebook.

A este respecto, la portavoz de las Kellys de Benidorm y Marina Baixa, Yolanda García, recriminó en declaraciones a Información, que a efectos prácticos todo sigue igual, pese a que las dolencias derivadas del ejercicio de las camareras de piso fueron incluidas en el cuadro de enfermedades profesionales por la Mesa del Empleo de Calidad.

Incluso, estas profesionales han decidido convocar una protesta frente a alguna de las compañías médicas durante este mes de febrero, para dar visibilidad a esta situación. Y es que, de acuerdo con García, diferentes mutuas “insisten en que hay varios factores para determinar si estas enfermedades son laborales”.

Por ello, las camareras de piso se ven obligadas a acudir a la Seguridad Social para solicitar la “determinación de contingencias profesionales”, con la que pueden acudir a la mutua para que cubra de forma íntegra su tratamiento. El problema es que, en algunos casos, si el contrato laboral expira durante la baja, la trabajadora tendrá que destinar su paro a la cobertura del tratamiento, al no estar dentro del grado de enfermedad laboral.

No hay que olvidar, según denunció el colectivo en Facebook, que es la “carga de trabajo” la que produce en las Kellys “estas dolencias o lesiones en muchos casos crónicas, ya que no se cumple la PRL (Prevención de Riesgos Laborales), solo hay que recurrir al estudio sobre las camareras del GVA Invassat del año 2017-2018”.

Las enfermedades profesionales derivadas del ejercicio de estas trabajadoras son aquellas relacionadas con “determinados movimientos repetitivos en brazos y manos propios de su trabajo”, tal y como apunta García, como el síndrome del túnel carpiano, la bursitis o epicondilitis.