Venecia (Italia) mantiene su particular lucha contra el turismo de masas. Tras vetar a los cruceros el acceso a la laguna, implementar cámaras, sensores ópticos y sistemas de rastreo de móvil para controlar los flujos y proponer el pago por entrar a la ciudad —pospuesto en numerosas ocasiones y previsto para el 25 de abril de 2024—, ahora pone el foco en los guías turísticos.

El gobierno municipal ha decidido limitar a un máximo de 25 personas el tamaño de los grupos guiados. Asimismo, impedirá a los profesionales la utilización de megáfonos para dar sus explicaciones. También se sancionará la ocupación de calles estrechas, puentes o lugares de paso.

La medida, que entrará en vigor el 1 de junio de 2024, afectará al centro histórico y a las islas de Murano, Burano y Torcello. Con ella, explican en un comunicado, pretenden mejorar la experiencia turística de los visitantes, dar un respiro a los residentes y preservar el destino.

“Es una disposición que forma parte de un marco más amplio de intervenciones destinadas a mejorar y gestionar mejor el turismo en Venecia, garantizando así un mayor equilibrio entre las necesidades de quienes viven en la ciudad, ya sea como residentes o como trabajadores, y aquellos que viene a visitarla", ha aseverado Simone Venturini, consejero de Turismo de Venecia.