Cuarenta cachorros de tigre muertos han sido encontrados en un templo budista en Kanchanaburi, Tailandia, que es una atracción turística popular. Los monjes del templo, cuyo nombre oficial es Wat Pha Luang Ta Bua, han sido acusados de tráfico de vida silvestre y maltrato animal. La policía y los funcionarios de vida silvestre están encargándose de la retirada de los cuerpos que yacen en el templo, que ahora está cerrado al público. Se espera que esta operación lleve una semana. El templo ha sido durante mucho tiempo una parada en los itinerarios de los turistas, ya que permite a los visitantes posar para fotos con los tigres o participar en su rutina de ejercicios