El pasado de mayo se produjo el hallazgo de una cría de delfín rosado (Inia geoffrensis), una noticia que fue recibida con gran entusiasmo puesto que esta especie de cetáceos única está en peligro de extinción.

También conocidos como Bufeo, Tonina, Pinky, Boto y delfín rosa pueblan las cuencas del Amazonas, el Orinoco y la parte alta del Río Madeira (Sudamérica). Es una especie esencial para dichos ecosistemas, pues sirven de control para la población de pirañas y otros peces que podrían llegar a ser una amenaza.

Según explica el diario La Hora, estos animales están amenazados por la contaminación de su hábitat, la construcción de presas y la caza indiscriminada por pescadores que los matan para usar su carne y grasa como cebo para el piracatinga, un tipo de pescado muy demandado comercialmente. En concreto, despedazan su carne y dejan los trozos en una jaula de madera que sumergen y utilizan para atraer a la piracatinga que se alimenta de carne en descomposición. 

De hecho, en noviembre de 2018, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) la incluyó en su ‘Lista Roja’. Esta entidad destaca que la población de estos curiosos delfines icónicos del Amazonas que se distinguen por su sorprendente color rosa, disminuye a pasos agigantados y en menos de 50 años podría desaparecer.

Clasificación UICN

Clasificación UICN

El delfín rosado no es el único animal que se ve amenazado por este tipo de pesca, ya que también son víctimas de esta práctica el caimán y el delfín tucuxi.