El personal de cabina de la aerolínea SriLankan Airlines tuvo que impedir que el piloto, en estado de embriaguez, se pusiese a los mandos del avión que tenía que cubrir la ruta de Frankfurt a Colombo, capital de Sri Lanka, el pasado viernes. Pese a estar borracho pretendía llevar el A330 con 274 personas a bordo hasta su destino, sin embargo, la tripulación dio la voz de alarma. Según informó la aerolínea, que pidió disculpas a los pasajeros y anunció compensaciones económicas, el avión pudo despegar finalmente el sábado con 15 horas de retraso respecto a su plan de vuelo original