El icónico restaurante flotante Jumbo, atracción turística de Hong Kong durante más de 50 años, se ha hundido en el mar de China Meridional, mientras estaba siendo remolcado hacia una nueva ubicación.

El gigante flotante de 76 metros de eslora y capacidad para 2.300 invitados volcó el pasado domingo, cerca de las Islas Paracelso, tras toparse con unas condiciones climáticas “adversas”, según el grupo Aberdeen Restaurant Enterprises, propietario del restaurante. Sus restos yacen ahora a más de mil metros de profundidad.

Desde su apertura en 1976, Jumbo, cuyo diseño simulaba un palacio imperial chino, había aparecido en numerosas películas de Hollywood y había recibido clientes tan ilustres como la Reina Isabel II o el actor Tom Cruise.

 

Una década de negocio deficitario


El barco restaurante había permanecido cerrado desde marzo de 2020 debido a las restricciones impuestas por la pandemia, lo que supuso el golpe final a casi una década de negocio deficitario, con unas pérdidas acumuladas de 12,7 millones de dólares, según el diario RPP Noticias.

Sus últimos operadores, Melco International Development, anunciaron el mes pasado que, ante la caducidad de su licencia, el Jumbo abandonaría Hong Kong y esperaría un nuevo operador en una ubicación que no precisaron.