Lo ocurrido en la madrugada del pasado domingo en las instalaciones de Bodegas Cepa 21, en Castrillo del Duero (Valladolid), ha sido catalogado como un hecho “lamentable, ruin y lleno de maldad” por parte de su presidente, el vallisoletano José Moro, que esa noche dormía en la propia bodega. Y es que la compañía, una de las más preponderantes en el sector vitivinícola español y con reconocimiento internacional, ha sufrido un terrible sabotaje que le ha hecho perder unos 2,5 millones de euros en vino. 

Según informa Diario de Valladolid, las cámaras de seguridad de la bodega han captado cómo un asaltante encapuchado se colaba en la sala que alberga los grandes depósitos de almacenaje para, acto seguido, abrir los grifos y vaciar completamente tres de ellos. El resultado, 60.000 litros de vino desparramados por el suelo y unas pérdidas millonarias para la empresa, que se encuentra en un momento de expansión “muy delicado”, tal y como ha reconocido Moro.
 

 José Moro: “He oído de robos de botellas, de producto terminado, pero hacer tantísimo daño, tener tanta maldad...”


El presidente de Cepa 21 ha lamentado este acto de sabotaje sin precedentes. “Nunca he conocido un sabotaje de estas características; nunca he oído que haya pasado nada similar en ninguna bodega hecho premeditadamente”, ha asegurado Moro, muy afectado por la desagradable situación. “He oído de robos de botellas, de producto terminado, pero hacer tantísimo daño, tener tanta maldad como para entrar en una bodega y tener la sangre fría de abrir unos depósitos y causar el daño que han causado, nunca lo he visto, jamás”, ha afirmado de manera categórica.

José Moro ha remarcado que la bodega está inmersa “en un momento de plena expansión, con un gran prestigio labrado en la Ribera del Duero”, principal zona de enoturismo de España. Este hecho delictivo ha afectado, además, a los vinos de más alta gama, los de las marcas Malabrigo —más de 30 euros la botella— y Horcajo —casi 90 euros por unidad—, que el año pasado crecieron más de un 15% en ventas. “Sin duda, afecta directamente a la producción de las próximas añadas, pero confiamos en el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para descubrir quién ha hecho esta salvajada”, ha sentenciado.

Actualmente, la Guardia Civil estima que el asaltante conocía la zona por la soltura con la que se movía y porque supo perfectamente cómo abrir los grifos para vaciar los tanques de vino, por lo que se sospecha que podría haber sido un trabajador o alguien cercano a José Moro.