El vino se ha convertido en un atractivo que puede llevar a muchos a conocer un destino o incluso a decidirse por él a la hora de viajar. Ante dicho auge del enoturismo es cada vez mayor la oferta de rutas, visitas y degustaciones vitivinícolas. En este contexto, la Denominación de Origen (D.O.) juega un importante papel, aunque algunos con sus conductas dañan la reputación lograda por otros y golpean a la imagen de los destinos.

Este es el caso del entramado de empresas acusadas de supuestamente introducir en circulación más de 20 millones de botellas falsas, haciéndolas pasar por vinos de alta calidad bajo las D.O.Q. Priorat y las D.O. Montsant, Terra Alta, Tarragona y Catalunya.

Según recoge Vinetur, los directivos de las empresas vinculadas al Grupo Reserva de la Tierra (Viña Tridado S.L., Bodegas Altza S.L. y Reserva de la Tierra S.L). están siendo investigados por delitos contra la propiedad industrial, delitos de estafa y delito de publicidad engañosa, delito de falsedad documental y falsedad de certificados, y sobre ellos pesa una fianza de 65 millones de euros.

El modus operandi


La investigación apunta que estas empresas —dedicadas a la elaboración, envasado, comercialización y exportación de vinos— mantenían una parte del negocio legal que encubría la ilegal.

En el caso de Priorat y Montsant compraban vino ya envasado a las bodegas De Müller y Masroig SCCL, respectivamente, que sí que cumplía con todas las garantías. Y es que para obtener dichas Denominaciones de Origen, la uva debe ser cultivada dentro de la zona geográfica de la misma y el vino se debe elaborar y envasar también en dicha localización, todo controlado por el Consejo Regulador correspondiente. En el de Terra Alta, Tarragona y Catalunya, compraban vino a granel a productores locales que cumplían los criterios de la D.O. y lo embotellaban en sus propias instalaciones. En todos los casos, distribuían los vinos bajo sus propias marcas.

Bajo estas mismas marcas, y etiquetados como si fueran de las correspondientes D.O., comercializaron de forma fraudulenta grandes cantidades de vino que no fueron calificados por los Consejos Reguladores y "de los que se desconoce la procedencia y calidad". ¿Cómo lo hacían? Aprovechaban los Distintivos de Garantía de los vinos que habían adquirido legalmente y copiaban los mismos números de serie en pegatinas que imitaban "con bastante precisión el diseño" de las originales y que encargaban a la empresa Adhesivos Orcajada (Murcia).

El auto apunta que no solo falsificaron la información con respecto a la denominación de origen, sino que también era fraudulenta la información con respecto al envejecimiento de los vinos.

La mitad de los vinos comercializados, bajo sospecha


Los cálculos de la instrucción apuntan a que las ventas de vinos fraudulentos de las cinco D.O. equivalen aproximadamente a un 50% del total de vinos elaborados y comercializados por el Grupo Reserva de la Tierra, que entre 2019 y julio de 2021 —cuando se inició la investigación—, vendió más de 40 millones de botellas por un importe de más de 51 millones de euros.