Un empleado de mantenimiento de un hotel de Cangas de Onís, en Asturias, podría enfrentarse a seis meses de prisión y una multa de 956 euros en concepto de gastos veterinarios por patear de forma reiterada a una cría de gato blanco que se encontraba en el establecimiento para que saliera, según publica 'La Nueva España'. 

El agresor provocó varias lesiones al animal que tuvo que ser operado y estuvo ingresado siete días en septiembre de 2016. 

La Fiscalia entiende que se ha cometido un delito de maltrato animal por lo que además de multa y pena de cárcel pide inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, inhabilitación especial para el ejercicio de profesión que tenga que ver con animales, además de su tenencia durante dos años.

 En caso de insolvencia, será la propietaria del hotel quien haga frente a todos los gastos.