Los barcos Crystal Symphony y Serenity de la compañía de cruceros Crystal Cruises han sido abordados y confiscados por las autoridades en aguas cercanas a Bahamas. Ambos se habían desviado a la isla bahameña de Bimini, tratando de evitar los puertos estadounidenses después de que una jueza de Miami (Florida, Estados Unidos) emitiera una orden de arresto.

Los pasajeros de ambos cruceros habían desembarcado el mes pasado en Bimini. Después de eso, los barcos zarparon buscando la "seguridad" de las aguas internacionales. Cristal Cruises se hizo cargo del transporte de los clientes hasta Fort Lauderdale (Florida, Estados Unidos). Una vez en suelo estadounidense, la compañía ya no se responsabilizó de los viajeros.



 

“El barco ha sido puesto bajo arresto por las autoridades locales por algunas facturas impagas, y aunque suene mal, en realidad es algo bueno que suceda. Nos han dicho que esto no afectará al personal”, anunció a la tripulación el capitán del Crystal Symphony por la megafonía del buque.

Tal y como aseguró el capitán, el arresto del barco “era lo esperado”, ya que ambos buques acumulaban una deuda de 4,6 millones de dólares por facturas de combustible impagas.

Según ha revelado un miembro de la tripulación del Crystal Symphony al diario Crew Center, ahora la principal preocupación del personal es cómo volver a casa. Por su parte, la naviera ha emitido un comunicado asegurando que garantizará a sus trabajadores el regreso a sus respectivos hogares.