La muerte de cinco turistas en menos de un mes mientras realizaba actividades acuáticas en la Gran Barrera de Coral de Australia ha llevado a los operadores turísticos de la región a revisar la regulación sobre este tipo de actividades.El último caso es el de una anciana turista japonesa que murió mientras buceaba y que fue hallada el pasado martes. Ante este incidente, que supone la décima muerte en lo que va de año, la Asociación de Operadores Turísticos de Parques Marítimos ha hecho hincapié en que la mayoría de sucesos de estas características involucraban a personas ancianas que padecían afecciones médicas previas.Col McKenzie, portavoz de la entidad aseguró que "aunque estamos muy orgullosos de tener el snorkeling más seguro del mundo, tenemos que sentarnos y estudiar de cerca todos estos eventos para comprobar qué podemos hacer". No obstante, McKenzie se niega al establecimiento de revisiones médicas obligatorias puesto que las considera muy costosas y cree que tendrían efectos negativos en la llegada de turistas.Dos millones de personas visitan la Gran Barrera cada año.