Las autoridades alemanas impidieron el acceso a su espacio aéreo a uno de los dieciocho Boeing 737 MAX de Norwegian, que estaba siendo trasladado, sin pasajeros ni tripulantes a bordo, para su reposicionamiento. Como consecuencia, la aeronave tuvo que aterrizar en el Aeropuerto Châlons Vatry (Francia).

Cabe destacar que los B737 MAX permanecen en tierra desde mediados del pasado marzo, tras los accidentes mortales protagonizados por este modelo de avión en Indonesia y Etiopía. Las investigaciones preliminares de ambos siniestros apuntan a fallas en el sistema antibloqueo MCAS del aeroplano. 

Según ha informado News in Flight, la aerolínea escandinava tenía previsto trasladar el avión desde Málaga a su base de Estocolmo (Suecia), para su reposicionamiento, el pasado 11 de junio. Sin embargo, la decisión de Alemania truncó sus planes.

Ante la postura adoptada por las autoridades germanas, la aeronave tuvo que acceder a una zona de espera entre las ciudades francesas de Metz y Nancy, que están próximas a la frontera con Alemania, antes de desviarse al aeropuerto de Châlons Vatry. El B737 MAX de Norwegian sigue estacionado en este aeródromo.

Lo cierto es que Norwegian este tipo de vuelos posicionales están permitidos por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) que recoge que desde el momento en que entró en efecto la directiva, no se permite operar el avión, excepto para un vuelo no comercial (de hasta tres ciclos) que puede ser llevado a cabo para devolver el aparato a la localización donde se puedan llevar a cabo las medidas correctivas.