Un brote de gastroenteritis, inflamación del intestino que provoca vómitos, diarreas, náusas, dolor de estómago, fiebre o malestar, afectó a 300 pasajeros que viajaban a bordo del crucero AIDAprima, que partió el pasado 22 de septiembre desde Palma (Mallorca), cubriendo el itinerario denominado 'Las perlas del Mediterráneo'.

Al parecer, tal y como ha informado el diario alemán Bild, el brote se manifestó durante una de las excursiones organizadas, concretamente en los autobuses, cuando varios viajeros presentaron vómitos. No obstante, el contagio se produjo una vez en el barco, llegando a afectar a 300 pasajeros. Los dos médicos del buque se vieron desbordados y tuvieron que embarcar nuevos profesionales.

De acuerdo con el testimonio de una pasajera, la atención médica fue "desastrosa", ya que los enfermos soportaron colas de hasta tres horas para dar sus datos personales e informar sobre su estado de salud. También tuvieron que esperar cinco horas para recibir al médico, cuya solución fue la entrega de supositorios.  

Al parecer, el contagio fue provocado por un virus y, debido a la alta probabilidad de inoculación, los enfermos permanecieron en sus cabinas y fueron abastecidos a base de pan y agua. Mientras, el personal del buque repartió folletos a todos los pasajeros con recomendaciones higiénicas. 

Finalmente, el crucero atracó, antes de lo previsto, el 29 de septiembre, en Palma. Los pasajeros fueron evacuados con el fin de desinfectar la nave, sin embargo, todavía quedaba tiempo para que los vuelos de muchos de ellos despegaran, por lo que la compañía decidió trasladarlos en autobús a una finca de las afueras de la ciudad mallorquina, mezclando a enfermos con sanos. No obstante, algunos de los cruceristas decidieron coger otro vuelo para llegar cuanto antes a sus hogares.

La compañía de cruceros AIDA, por su parte, se ha limitado a confirmar el brote.