Suecia quiere cerrar uno de los dos aeropuertos de su capital, Estocolmo. El Gobierno sueco se está planteando clausurar el Aeropuerto de Bromma, construido en 1936, y quedarse solo con el Aeropuerto Internacional de Arlanda. De ser así, las empresas que operan y trabajan en Bromma tendrán que trasladarse.

El ministro de Transportes sueco, Tomas Eneroth, ha asegurado en una rueda de prensa que se realizará un estudio para determinar si es necesaria una ampliación de Arlanda, con tal de que haya espacio disponible para todas las empresas y pasajeros.

Contaminación acústica y medioambiente

El Aeropuerto de Bromma se encuentra a tan solo 7 kilómetros del centro de Estocolmo, en una zona densamente poblada y urbanizada. Por motivos de contaminación acústica, las operaciones en este aeródromo solo están permitidas durante el día. En cuanto al tráfico, durante el 2019 pasaron por él 2,35 millones de pasajeros, siendo la mayor parte de su operativa está compuesta por vuelos domésticos.

Por su parte, el Aeropuerto de Arlanda dio servicio a más de 25 millones de viajeros, muchos de ellos, internacionales.

Según el diario sueco Dagens Nyheter, se avecina toda una batalla entre partidarios del cierre y sus detractores. El ministro de Medio Ambiente sueco, Per Bolund, ya se ha posicionado y se ha mostrado públicamente a favor de la clausura del Aeropuerto de Bromma. Arguye que se ha producido una disminución del tráfico en sus instalaciones ocasionada, no solo por la pandemia, sino por el aumento del uso del tren en sustitución de los vuelos nacionales.