Es conocida por el sector turístico la costumbre de los británicos por presentar reclamaciones tras sus vacaciones. Más allá de la célebre señora que demandó a Thomas Cook porque en España había “muchos españoles”, es conocida la lucha que mantuvieron los touroperadores para frenar las reclamaciones de compensación por intoxicaciones alimentarias.

Ahora, desde la Asociación de Agencias de Viajes y Touroperadores de Reino Unido (ABTA), alertan de que se está incrementando el número de reclamaciones por lesiones personales sufridas durante los viajes a causas de “tropiezos y resbalones”, recoge TTG.

Durante un seminario sobre derecho, organizado por la propia ABTA en Londres, Claire Mulligan, socia de la firma legal Kennedys, subrayó que también está creciendo el número de nuevos bufetes de abogados especializados en reclamar este tipo de incidentes. Alertó de que el sector turístico está atrayendo a muchas firmas que antes estaban especializadas en el sector automovilístico.

“Es la misma tendencia que las reclamaciones por intoxicación: ahora son las chinches, los tropiezos y los resbalones”, añadió la experta.

Teniendo esto en cuenta, se aboga por extender a este tipo de incidentes las mismas limitaciones que ya se aplicaron en 2018 para aplacar la crisis de las intoxicaciones falsas: la designación de una cantidad máxima que se puede reclamar y la limitación de los honorarios de los abogados de los denunciantes.