La escasez de controladores está afectando gravemente a la operatividad de los aeropuertos del área de Nueva York (EE. UU.). Tanto es así que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) ha pedido a las aerolíneas que operan en los aeropuertos John F. Kennedy (JFK), LaGuardia y Newark (este último en la vecina Nueva Jersey) que cedan el 10% de sus slots para evitar la saturación del control aéreo. 

De hecho, tras animar a las compañías a reducir su operativa en los citados recintos entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre de 2023, la FAA ha extendido hasta el 28 de octubre esta iniciativa, ante la incapacidad para contratar a más controladores que puedan asumir el volumen normal de operaciones que se desarrollaba hasta mayo en los tres aeropuertos del este de Estados Unidos. 

El modelo elegido para que las aerolíneas accedan a la cesión de sus franjas horarias de aterrizaje y despegue es una exención temporal. De este modo, cuando la situación vuelva a la normalidad y haya suficientes controladores en JFK, LaGuardia y Newark, las compañías recuperarán esas franjas horarias de despegue y aterrizaje en los próximos años.

La temporada alta del Caribe podría resentirse 


A las puertas de la temporada alta del Caribe, la importante operativa aérea desde una de las principales capitales de Estados Unidos podría verse resentida. Los tres aeropuertos neoyorkinos concentran una gran cantidad de vuelos que tienen como destino la región caribeña.