La generación Z, nacidos entre 1990 y el 2000, está marcando un cambio de paradigma y lo tienen muy claro: no quieren tener hijos. Este cambio de tendencia se tendrá que ver reflejada en su forma de consumo, también durante los viajes.

Según recoge PlayGround, más del 60% de los menores de 35 años en algunos países europeos descartan la posibilidad de tener descendencia.

De esta forma, en unos años pueden cambiar las necesidades de los viajeros y el tipo de establecimientos que demandan. Si actualmente los hoteles enfocados al segmento familiar son mayoría frente a los ‘adults only’, en un futuro estos podrían imponerse o incluso surgir nuevos conceptos para este tipo de público como alojamientos para grupos o para conocer a nuevas personas mientras se viaja.

Lo que es obvio es que se avecina el cambio para el que la industria turística tendrá que reinventarse de nuevo.