El 42% de los pasajeros británicos consume alcohol en los aeropuertos, lo que supone un aumento del once puntos porcentuales desde 2015, cuando lo hacía el 31% de los viajeros. Así lo ha desvelado la compañía de reservas Holiday Extras, por medio de un estudio basado en entrevistas a 2.000 ciudadanos británicos.

Según ha informado TravelMole, el número de viajeros que consumen entre cuatro y ocho copas de alcohol se ha duplicado desde 2015, pasando del 5% al 10%. También se ha incrementado el número de pasajeros que considera que bebe en exceso en los aeropuertos, constituyento el 21% de los entrevistados.

Por ello, el Gobierno de Reino Unido está barajando la posibilidad de reducir las horas en las que se permite consumir alcohol en las terminales de Inglaterra y Gales. Tal es así, que, recientemente, lanzó una consulta sobre la modificación de la Ley de concesión de licencias en los aeropuertos de 2003.

A este respecto, el editor jefe de Holiday Extras, Seamus McCauley, manifestó: “El aumento del número de personas que beben en los aeropuertos no tiene por qué ser un problema si esas bebidas se disfrutan de forma responsable. Sin embargo, es preocupante que el consumo excesivo de alcohol en los aeropuertos se convierta en un problema más común en tan solo tres años".

Lo cierto, es que el consumo de alcohol tanto en los aeródromos como en los aviones se ha convertido en una cuestión controvertida, ya que da pie a que se produzcan incidentes innecesarios a bordo de las aeronaves y en pleno vuelo, provocando, incluso, aterrizajes de emergencia.

En los destinos, el alcohol también ha supuesto un problema. Por ejemplo, el Govern de Baleares ha aprobado una medida que prohíbe la inclusión de bebidas espirituosas en regímenes de alojamiento ‘todo incluido’, para evitar el consumo excesivo.