Un vuelo de Ryanair que cubría la ruta Dublín (Irlanda)-Ibiza tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en París (Francia) el pasado sábado por la mañana, después de que 20 pasajeros ebrios provocaran un caos a bordo, según informa Travel Mole.

El capitán de la aeronave explicó que había niños a bordo del vuelo y que había sido necesario desviarlo por cuestión de seguridad. Tres pasajeros fueron sacados del avión cuando aterrizó y detenidos por la policía francesa a su llegada a Paris Beauvais.

Ante la gravedad de estos hechos, la aerolínea ha pedido que se prohíba la venta de alcohol antes de las 10.00 am en los aeropuertos. El portavoz de Ryanair, Robin Kiely, confirmó el incidente y pidió "cambios significativos para prohibir la venta de alcohol en los aeropuertos". Entre las ideas que propone se encuentra un límite de dos bebidas por pasajero y ninguna venta de alcohol antes de las 10 horas.