Los sucesivos confinamientos y las restricciones de viaje derivadas de la crisis del Covid-19 han provocado que muchos británicos no hayan disfrutado en 2022 de unas vacaciones tal y como las imaginaban. Hay una demanda de viajes latente ansiosa por activarse una vez se restablezca la movilidad, sin embargo, la incertidumbre y la falta de información hacen que muchos de ellos no se atrevan a reservar.

Según revela a Travelweekly, Jacqueline Dobson, presidenta de la agencia de viajes online Barrhead Travel, “los clientes tienen muchas preguntas” a las que están haciendo frente sus agentes.

“Hemos visto una demanda de mucha más información de la habitual antes de que la gente consume su reserva”, comenta. “Con tantos cambios y nuevas actualizaciones casi a diario nos hemos concentrado en asegurar que nuestra gente tiene acceso a las fuentes correctas para dar apoyo a nuestros clientes. Está claro que los viajeros necesitan consejo experto ahora más que antes”, añade.

Kelly Cookes, directora de Ocio de la asociación de agentes de viajes independientes The Advantage Travel Partnership, coincide y apunta que cada vez que se aplican nuevos cambios en el control de viajeros se produce una caída en las reservas: “El feedback que hemos recibido de nuestros miembros es que los clientes están todavía están preguntando por viajes y destinos, pero están nerviosos por comprometerse antes de que haya más claridad sobre los nuevos protocolos".