Varias start-ups quieren facilitar los viajes de negocios. La primera, Lingoking, es una App desarrollada por dos jóvenes alemanes tras una experiencia en Córcega, donde tuvieron problemas para comunicarse tras sufrir una avería con su coche de alquiler. Se trata de una aplicación de traducción, por medio de la cual el cliente -previa descarga- puede solicitar un intérprete que devolverá la llamada en pocos minutos y acabará con la barrera del idioma. Ahora ya se puede reservar a un traductor a través del sistema, aunque al principio se ofrecía sólo la traducción espontánea. El año pasado 182,7 millones de viajes de empresas solicitaron el servicio para congresos u otros eventos. La start-up berlinesa Hotel Beacons también quiere facilitar el viaje digitalizándolo: el cliente se descarga la App Conichi y si el hotel tiene el receptor instalado -por lo que el establecimiento tendrá que abonar un pago- reconocerá el smartphone del cliente cuando entre y a partir de ahí se realizará todo lo que este necesite: check in y check out o cualquier información importante. El móvil funciona incluso como llave de la habitación. Para el viajero la aplicación es gratuita. La Start-up Onexa se encargaría de la última parte del viaje, con la que se pueden pagar y calcular, a través de formularios online, todos los costes del mismo. El programa se puede probar de forma gratuita, luego tiene un precio de entre dos y cuatro euros al mes