El país asiático estrenará a finales del próximo año una línea de metro que funcionará sin necesidad de conductores o empleados de mantenimientos en los vagones. Este servicio totalmente automatizado se pondrá en servicio en Pekín, concretamente en la línea de metro que unirá la zona industrial de Yanshan con la línea de Fangshan, desde donde los pasajeros podrán llegar al centro de la capital mediante otras conexiones. De tener éxito la implantación de este sistema, proyectado y desarrollado totalmente en China, sería utilizado para renovar cuatro líneas adicionales de metro y el servicio que une el centro de la ciudad con el aeropuerto, hasta llegar a los 300 kilómetros de transporte automatizado en 2020. La implantación de este sistema se base en la nueva perspectiva del gobierno chino de apostar por el uso de la tecnología y por reducir la mano de obra