El Ayuntamiento de Valencia ha declarado que en septiembre planteará a Airbnb la firma de un convenio para controlar el alquiler vacacional en la ciudad. El consistorio busca implantar una tasa turística a los propietarios que se publiciten en la web y limitar el número de días de en que estos puedan arrendar sus propiedades. También se instará a la empresa a que certifique que los alojamientos estén inscritos en el registro de la Agencia Valenciana de Turismo. 

La alcaldesa en funciones y concejala de Turismo, Sandra Gómez, ha declarado que si la tecnológica no accede a negociar recurrirá a sanciones y a la clausura de apartamentos. La medida se extenderá a otras plataformas similares.