El pasado lunes, 22 de abril, prometía ser un día especial para el turismo ibicenco. Y es que, se daban cita en el puerto de la isla tres cruceros con cientos de pasajeros a bordo. Se trataba del primer día, de las 10 jornadas de esta temporada, en el que coincidirían tantas embarcaciones de este tipo, pero, finalmente, nada salió como se esperaba.

Según ha informado Diario de Ibiza, los cruceros Mein Schiff 2, Club Med 2 y Star Flyer tenían previsto recalar en el embarcadero ibicenco, aunque este último falló y no se personó. Los dos que sí lo hicieron suman una capacidad total de 3.500 cruceristas, así como de 1.300 tripulantes. Sin embargo, no iban totalmente llenos debido al mal tiempo y a las fechas.

El Mein Schiff 2 llegó al puerto de la isla blanca a las 8.00 horas, donde una veintena de autobuses esperaban a los pasajeros para trasladarlos a los diferentes puntos turísticos del destino. Mientras, los cruceristas del Club Med no tuvieron tanta suerte, ya que tuvieron que recorrer la ciudad a pie, ataviados con chubasqueros y grandes paraguas, sorteando charcos como podían.

Uno de los enclaves a visitar era Dalt Vila, parte alta del núcleo histórico de la ciudad de Ibiza, que a primera hora de la mañana carece de vida y de actividad destacable. Además, el mal tiempo, protagonizado por el frío y la lluvia, empañó la visita y los turistas no pudieran siquiera tomarse un café, debido a los numerosos negocios que permanecieron cerrados.

Los museos Puget, Madina Yabisa y MACE tampoco abrieron sus puertas, debido a que era lunes y día festivo, por lo que a los turistas solo les quedó la catedral para cobijarse de la lluvia. La experiencia de los foráneos no mejoró en el templo, donde reinaba cierto desorden. Y es que, los pasos que no pudieron salir en procesión durante el Viernes Santo ocupaban los diferentes espacios, entorpeciendo la visita.