El astillero Hijos de J. Barreras, ubicado en Vigo, está contra las cuerdas. Por un lado, se le acaba el tiempo para cumplir con el pedido de la multinacional hotelera The Ritz Carlton, que tenía previsto inaugurar su flota de cruceros en 2020.

Por otro, ha tenido que rescindir la subcontrata que mantenía con la firma portuguesa Irontec Industria Naval, después de que 20 operarios fueran descubiertos durmiendo a bordo del barco, durante el turno de noche. El hallazgo fue efectuado por la propia hotelera durante una inspección.

Según ha informado El País, en la misma inspección, algunos empleados de la subcontrata estaban viendo una película en una tablet, mientras que otros pescaban con una caña en la cubierta. El astillero tiene la orden de construir una embarcación para 284 pasajeros y casi otro tanto de tripulación, de 190 metros de eslora y más de 30 de altura. Su coste final se cifra en unos 290 millones de euros

El turno de noche estaba destinado a reactivar los trabajos de mecánica, instalación de tuberías y calderería y así recortar los atrasos que Barreras ha ido acumulando. No obstante, tras darse a conocer los resultados de la inspección, el astillero se ha visto obligado a rescindir el contrato con la compañía portuguesa. 

Por su parte, los obreros lusos alegaron que, en el momento de la inspección, había poca carga de trabajo. Lo cierto es que la inspección alude a la falta de control de rendimiento y actividad laboral en los turnos de noche, por lo que el astillero ha decidido suprimirlos.