Los patinetes eléctricos han revolucionado las ciudades españolas. Incluso, se han convertido en objeto de estudio de la Fiscalía. En concreto, la entidad ha reparado en el aumento de atropellos causados por ciclistas y conductores de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), entre los que figuran los patinetes eléctricos o scooters, en su informe anual de la Fiscalía General del Estado. 

Según ha informado El Periódico, la Fiscalía reconoce en este análisis que los VMP son nuevas "soluciones de movilidad", aunque señala que están envueltos en cierta "alegalidad". A finales de 2018, se registraron 273 accidentes causados por estos vehículos en 44 urbes españolas. En 203 de estos, los conductores de los VMP tuvieron algún tipo de responsabilidad. Cabe destacar que se trata de estimaciones, por lo que estas cifras podrían ser superiores.

A su vez, la entidad señala que este tipo de incidentes tiene lugar por la falta de coordinación entre los usuarios, comerciantes y ayuntamientos. En este sentido, a los conductores de estos vehículos y de bicicletas les recrimina que no sigan las normas de seguridad que los limita a circular por unas vías acotadas. 

A los comerciantes, por su parte, les reprocha la falta de información y documentación que brindan a los comprandores, así como la venta de ciclomotores que los usuarios pueden modificar fácilmente con la ayuda de internet para, por ejemplo, aumentar la velocidad.

También ha criticado a los ayuntamientos por no contar con las normativas muncipales suficientes. Por último, ha enfatizado la necesidad de una legislación estatal, que plantee responsabilidades a vendedores y ayuntamientos y no solo a los usuarios, así como ha puesto de relieve que estos vehículos no son un jueguete y que deben someterse a normas de seguridad vial.