Los taxistas de Mallorca y Menorca están viviendo esta temporada realidades completamente opuestas. Mientras en la mayor de las Baleares los taxistas se encuentran en pie de guerra por la llegada de Uber a la isla, en Menorca están viviendo un verano tranquilo, quizá incluso demasiado. Esta ha sido la consecuencia de las medidas tomadas por el Área de Movilidad del Consell insular.

Tras el colapso del servicio experimentado el año pasado, la autoridad isleña aprobó para este verano un aumento de la flota (197 vehículos) en carreteras y zonas urbanas, así como el permiso a las licencias temporales para cargar clientes en todos los municipios a los que acudan para cubrir una carrera.

Esto ha ocasionado una mejora en el servicio, ya que el tiempo de espera ahora es razonable, entre 5 y 10 minutos. No obstante, numerosos taxistas se encuentran prácticamente parados —hasta una hora pueden llegar a estar sin trabajar— porque la demanda ha descendido en comparación con años anteriores. Según aseguran los conductores al diario Menorca.info, este año han llegado a la isla menos turistas que en 2021 y 2022, a pesar de que los datos del aeropuerto digan lo contrario.

Por otro lado, esto también se está traduciendo en una menor retribución para los trabajadores temporales y es que la facturación por taxi se ha reducido este año en un 30%.