La falta de horarios nocturnos de las líneas regulares de autobuses en la isla de Menorca dificulta la movilidad de los turistas y residentes, que se ven obligados a hacer uso del vehículo particular o a lanzarse a conseguir un taxi libre en pleno agosto.

Según el Diario de Menorca, esto supone un freno a los esfuerzos de las autoridades por fomentar el uso del transporte público como medida de ahorro energético y de reducción de la presión sobre carreteras y los aparcamientos.

De las 40 líneas regulares activas en verano, existen pocas que programan recorridos más tarde de la medianoche. La mayoría de ellas se concentran en el entorno de la capital: con últimos servicios alrededor de las 0:30 horas que unen urbanizaciones como Son Xoriguer, Cala en Blanes, Cala en Bosc, Los Delfines o Cala en Forcat con Ciutadella.

Por el contrario, algunas de las grandes zonas turísticas con oferta de bares, restaurantes y tiendas son prácticamente inaccesibles por la noche: los últimos buses que conectan MaóSon Bou o Cala Galdana con la capital fijan sus horas de regreso en torno a las 22:00-23:00, en plena hora punta de la cena. Todo esto, perjudica notablemente al sector turístico y al ocio de la isla menorquina.