A comienzos de mes recalaba en el Puerto de Palma (Mallorca) el Wonder of the Seas (Royal Caribbean), mayor crucero del mundo, dejando una gran nube de humo en la ciudad que generó intensas protestas contra este tipo de megacruceros.

Medios internacionales como Euronews o Cruise Law News se han hecho eco de esta polémica, que se ha producido poco tiempo después de aprobarse la limitación a la entrada de cruceros en la capital mallorquina, fijada en un máximo de tres buques y 8.500 cruceristas al día.

“Llega el mayor crucero del planeta. Lo primero que hace es soltar una nube tóxica sobre Palma. Contaminan, masifican, menguan la salud y tributan en paraísos fiscales. El Gobierno les pone una alfombra roja ¿Por qué?” es una de las críticas reproducidas en redes sociales y recogida por los citados medios.

Se da la circunstancia de que en este 2022 ya había varias reservas comprometidas para escalas de cruceros, por lo que en el acuerdo alcanzado por el Govern balear, el Estado y las navieras se establecieron 18 días excepcionales en los que este límite se podría superar para asumir las escalas ya programadas. En 2023 se suprimirán estas excepciones y se tendrán que cumplir obligatoriamente los máximos establecidos durante todo el año.