Las terrazas españolas tienen sus partidarios y sus detractores. Turistas y habitantes de Madrid comparten en ellas tapas y cervezas, mientras que para los vecinos de los alrededores, el ruido que provocan los comensales se convierte en un auténtico calvario.

Por ello, según informa El País, el Ayuntamiento de Madrid quiere redactar una ordenanza que entre en vigor a principios de 2019 y que sustituya a la actual, aprobada en 2013. El objetivo del consistorio es reducir el impacto que tienen estas instalaciones en la vida de los vecinos. Y es que, entre el 15 de marzo y el 15 de octubre, en la capital hay 4.876 terrazas y 169.000 sillas de bares y restaurantes que ocupan un total de 164.026 metros cuadrados.  Estas cantidades triplican las registradas en 2009.

A partir de una consulta pública, Madrid pretende elaborar una norma que contente a todos. Entre las propuestas que se barajan se encuentra adelantar la hora de cierre de las 23:00 a las 22:00, la eliminación de construcciones ligeras y el aumento del espacio reservado para el tránsito de los peatones de los 2,5  a los 3 metros.

Por su parte, los empresarios se han mostrado contrarios a participar en un debate que "demoniza al sector". Defienden que esta actividad da vida a la ciudad y ofrece trabajo a 11.900 personas.