La Federación Profesional del Taxi, de acuerdo con varias asociaciones más, han propuesto al Ayuntamiento de Madrid que los taxistas también lleven uniforme.

Algunos trabajadores del sector en la capital española van en chándal, en pantalón corto, en chanclas e, incluso, sin camiseta, cuestión que empaña la imagen de todo el colectivo.

La institución intenta lavar su imagen y evitar la competencia con otras empresas que obligan a sus empleados a ir uniformados.

La forma de vestir ya estaba regulada en la ordenanza del taxi desde 2012, pero, al parecer, no se ha tenido muy en cuenta. Es por eso que la federación apuesta por un uniforme como el de los conductores del metro o de los autobuses.