La economía colaborativa ha llegado al sector del bicing. Las empresas de alquiler convencional de bicicletas de Barcelona protestan ante el auge de empresas como Donkey Republic y DropNike, que operan en la ciudad. “No tienen regulación, cortan el tráfico peatonal y hacen venta ambulante”, señala Borja Martínez, presidente de Bicitours

Según apunta, se ha notado “un descenso en la facturación de los últimos meses, hay 500 empleados que se juegan su puesto de trabajo”. Tampoco los vecinos están de acuerdo con la actividad: “No respetan, hacen lo que les da la gana, como Airbnb”, declara Vladi Olivella, portavoz de la plataforma Fem Sant Antoni. 

Su incremento es notable. Donkey Republic espera un ascenso de la demanda del 50% entre julio y agosto: "Este verano esperamos que nuestros usuarios realicen más de 500 viajes por día en horas punta", asegura  Alex Frederiksen, cofundador de la empresa que quiere consolidarse entre el público local: "Lanzaremos abonos especiales a precios muy bajos para los barceloneses".

Consciente de las quejas, Frederiksen ha declarado que "revisamos todas nuestras ubicaciones para asegurar que las bicicletas están correctamente aparcadas". Además, “no ve ninguna razón” por la que no puedan coexistir las empresas tecnológicas y las convencionales. 

Desde la concejalía de Movilidad apuntan que “si no disponen de ningún local para desarrollar su actividad, tomaremos cartas en el asunto porque no respetan la Ordenanza de Circulación de Vehículos”.