El Gobierno de Noruega ha anunciado que apoyará a Norwegian para evitar su colapso. Lo cierto es que la crisis del coronavirus ha llegado en el peor momento para la 'low-cost' escandinava, que atraviesa un bache financiero que le obligó a impulsar un plan de ajustes a finales de 2018, que incluye el cierre de bases y el recorte de la capacidad, entre otros.

Recientemente, la compañía anunció la cancelación de unos 3.000 vuelos programados desde mediados de marzo hasta mediados de junio, lo que representa el 15% de la capacidad total para dicho período, por la reducción de la demanda motivada por el brote de coronavirus. Como consecuencia, también ha suspendido de empleo a una parte significativa de la plantilla. 

Según ha informado La Provincia, la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, manifestó que el ejecutivo pondrá en marcha una batería de medidas extraordinarias para ayudar a las empresas que más han sufrido el impacto de la pandemia, entre las que figuran, fundamentalmente, hoteles y aerolíneas. "Nuestro objetivo es encontrar medidas específicas para garantizar que tengan liquidez para operar", aclaró. 

La situación en la que se encuentra Norwegian hizo saltar las alarmas en algunos destinos como Canarias, cuyo turismo depende, principalmente, de la conectividad aérea. Precisamente, la conectividad es uno de los retos del archipiélago, tras la quiebra del gigante turístico Thomas Cook y el cierre de bases en las islas y la reducción de la capacidad de Ryanair.