La 'low-cost' escandinava Norwegian se está viendo especialmente afectada por la epidemia de coronavirus. De hecho su valor en Bolsa cayó más de un 30% el pasado viernes, 6 de marzo.  

Ante este escenario, la aerolínea se ha visto obligada a tomar una serie de medidas de contención, como es la cancelación de unos 3.000 vuelos previstos desde mediados de marzo hasta mediados junio. Esto representa el 15% de la capacidad total para dicho período. 

La compañía también ha suspendido temporalmente de empleo a una parte "significativa" de su plantilla, tal y como apuntó en un comunicado. La bajo coste ha relacionado estas cancelaciones con la reducción de la demanda motivada por el brote de coronavirus y ha asegurado que los clientes afectados serán informados sobre todos los cambios.

A este respecto, el consejero delegado de Norwegian, Jacob Schram, manifestó: "Este es un momento crítico para la industria de la aviación, incluido para nosotros en Norwegian. Alentamos a las autoridades a implementar medidas inmediatas para reducir de modo inminente la carga financiera de las aerolíneas a fin de proteger infraestructura y empleos cruciales".

Avión en paisaje nevado

 

Lo cierto es que, previamente a esta crisis sanitaria, la compañía ya atravesaba un bache financiero que le obligó a impulsar el plan de ajustes #Focus 2019, que incluye cambios en su cartera de rutas, cierre de bases, ajustes en la capacidad y recortes en el gasto de capital y servicios a la plantilla. 

Preocupación en Canarias

La situación en la que se encuentra la aerolínea escandinava ha hecho saltar las alarmas en Canarias, que se enfrenta a un problema de capacidad aérea tras la quiebra de Thomas Cook y el cierre de bases de Ryanair. En este sentido, la consejera de Turismo del archipiélago, Yaiza Castilla, señaló que la mayor preocupación no es que Norwegian reduzca su capacidad a las islas, sino que no pueda salir de esta crisis. Y es que están en juego 280.000 asientos con destino a Canarias para el verano.