Desde el 1 de enero de 2023, en todo el territorio español, los municipios con más de 50.000 habitantes y las islas deben incluir Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en sus centros urbanos, limitando así la circulación de los vehículos más contaminantes. 

Debido a los grandes cambios que introduce la nueva normativa respecto a la movilidad de las ciudades, diferentes sectores están reclamando apoyo y comprensión institucional para acometer la transición.

Si bien hace unos días se pronunció el gremio del 'rent a car' reclamando más claridad sobre las restricciones de tránsito y unidad de criterios reguladores entre municipios, hoy es el mundo del taxi el que evidencia la dificultad para adaptarse al nuevo paradigma sostenible, por la falta de taxis eléctricos en el mercado. 

"En 2023, como mucho, podremos conseguir cinco más. Es un problema, e intentamos solventarlo buscando coches y furgonetas por todos lados, incluidos otros puntos de España", afirmó la Asociación Provincial de Autotaxi de Zaragoza (Apatz), evidenciando la escasez de fabricantes de vehículos, especialmente de modelos 100% eléctricos, tal y como recoge el medio Heraldo de Aragón.

Según Apataz, el sector está concienciado de la implantación de una zona de bajas emisiones, pero estima que en Zaragoza "hasta en cuatro o cinco años, el 100% de la flota no será completamente híbrida o eléctrica". La escasez de materiales semiconductores, necesarios para el desarrollo de dispositivos electrónicos, ha retrasado los plazos de entrega de muchas compañías automovilísticas, causando que el sector a nivel nacional no sea capaz de retirar los vehículos de diésel y gasolina de la plantilla a la velocidad esperada.

Asimismo, la asociación de taxistas zaragozana también denuncia el desabastecimiento de coches adaptados para personas con movilidad reducida.