Algunos pueblos de la geografía española que antes yacían bajo el agua, ahora emergen como atractivo turístico. Precisamente, algunos lo llaman así: turismo de sequía.

La falta de precipitaciones en regiones como Galicia, han hecho que las ruinas de un antiguo pueblo de Lugo, lleven más de 10 meses al sol. El alcalde de Portomarín ha decidido revitalizar el cauce seco y ha señalizado los barrios que, en 1963, fueron tragados por las aguas del embalse de Belesar (pantano artificial creado en el río Miño).

Lo mismo ocurre en Mansilla de la Sierra (Rioja). Allí han recuperado la antigua romería de mayo que festejaban los vecinos, en el gran pueblo que acabó anegado en 1959. Los moradores de Peñarrubia, en Málaga, desalojados en 1972, han regresado para inaugurar una ermita y reavivar el espíritu de un municipio borrado del mapa por la porfía de las aguas del embalse de Guadalteba.

Una empresa de Cuenca (Castilla-La Mancha), ultima un “producto turístico” de rutas en todoterreno por el Real Sitio de la Isabela, que mandó edificar Fernando VII para tratar su gota. ‘Multiaventura Buendía’ anuncia que las visitas incluirán una aplicación para tabletas, con un recorrido gráfico por el pasado de este palaciego conjunto que acabó sumergido a finales de los años 50, y que actualmente muestra sus encantos porque el embalse solo alcanza el 9% de su capacidad.

Con 1.300 presas, España es el quinto país del mundo (por detrás de China, Estados Unidos, Japón e India), y el primero de Europa en agua embalsada. Entre las muchas localidades sumergidas existen verdaderas reliquias que ahora se asoman para regocijo de los viajeros. Por ejemplo, los capiteles labrados de la iglesia románica de Santa Eugenia de Cenera de Zalima(provincia de Palencia), han salido a flote en el embalse de Aguilar de Campoo; o el templo de Sant Romà en el pantano de Sau (Barcelona); la parroquia de Mediano, en Huesca; o San Roque de Villanueva, la llamada "catedral de los peces", en la presa del Ebro (entre Cantabria y Burgos), que cuenta con una pasarela de madera para visitarla.