La polémica en torno a la situación del Parque Nacional de Doñana, que abarca parte de las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla, se ha reavivado tras aprobar la Junta de Andalucía un macroproyecto turístico y residencial para la construcción de un hotel, 300 viviendas de lujo y un campo de golf en el entorno del Espacio Natural Protegido. Esta primera aprobación está sujeta, sin embargo, al visto bueno final de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. 

Después de reprobar el Gobierno de España la decisión del Ejecutivo andaluz de tramitar una ley para ampliar los regadíos en zonas próximas a Doñana por el “crítico” estado de sus recursos hídricos, la Junta vuelve a la carga dando el visto bueno a un gran proyecto turístico, tras acreditar la disponibilidad de agua. Así, la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno andaluz ha dado luz verde al mencionado complejo turístico, proyectado justo en frente del Parque Nacional, más concretamente en las marismas del río Guadalquivir que fueron desecadas en los años setenta para dedicarlas al pasto, en el municipio gaditano de Trebujena.

Desde Medio Ambiente han defendido la decisión de emitir la Declaración Ambiental Estratégica —informe que finaliza el proceso de evaluación medioambiental—, ya que han solicitado hasta en tres ocasiones, sin éxito, un pronunciamiento de la Confederación, que ostenta las competencias para la gestión de los suelos inundables de la zona. “No podemos estar esperando eternamente”, ha manifestado el delegado de la Consejería de Medio Ambiente en Cádiz, Óscar Curtido, en declaraciones recogidas por El Confidencial.