Pese a que está en vigor el estado de alarma que decreta que todos los desplazamientos que no sean para abastecerse, para trabajar o para cuidar de personas dependientes están prohibidos, lo cierto es que el turismo no ha muerto en España. Así lo atestigua El Diario Montañés, que refleja que se ha producido un incremento de población en pequeñas poblaciones rurales.

Este es el caso del barrio La Plaza, en La Pedrosa (San Roque de Riomiera), de 20 habitantes, que en estos últimos días han recibido visitantes inoportunos que han optado por viajar a pueblos aislados para pasar la pandemia.

“Estamos teniendo demasiado turismo, gente que viene de otras partes a las cabañas. Yo voy a dar de comer a las vacas y, de repente, me encuentro una pareja de Madrid, otra de Bilbao... Ahora que estamos en estado de alarma, la gente sigue alquilando cabañas y sigue viniendo”, explica el ganadero Javier Pérez, residente en Calseca (Ruesga), una población cercana a La Plaza de La Pedrosa.

No obstante, otros vecinos defienden la actividad de las cabañas puesto que mantiene viva la economía de un pueblo marcado por la despoblación, aunque dejan claro que evitan “hablar con los turistas”.

Antonio Fernández, alcalde del pueblo, admite entender el recelo de los vecinos, pero explica que la llegada de foráneos se produjo antes de la alerta y que se trata de visitantes respetuosos que “solo salen a pasear por sus parcelas”. Asimismo, añade que los negocios de las cabañas están cerrados hasta el 3 de abril.