Pese a que era una imagen más propia de otros destinos como por ejemplo los del Sudeste Asiático, los ‘bicitaxis’ han proliferado en destinos españoles como es el caso de Cataluña. Sin embargo, les queda poco tiempo, puesto que la Generalitat Catalana y el Ayuntamiento de Barcelona han pactado una modificación de la ley del taxi mediante la que pretende prohibir esta actividad a partir de 2023.

Tal y como informa Ara, ni las bicicletas ni los triciclos podrán prestar el servicio de taxi en toda la comunidad. "Son una fuente de precariedad de todo tipo, empezando por la de los trabajadores, y también son una fuente de inseguridades, reclaman un esfuerzo de la Guardia Urbana y, además, generan molestias en los barrios”, asevera Jaume Collboni, primer teniente de alcalde de Barcelona, quien también subraya que este tipo de vehículo van en contra de la imagen de turismo de calidad que pretende transmitir la ciudad.

Lo cierto es que desde la Ciudad Condal —donde hay registrados voluntariamente 433 rickshaws— ya habían tomado medidas en contra de ellos. La ordenanza más reciente, de este mismo mes de julio, prohibía a estos vehículos circular por zonas tan concurridas y emblemáticas como la Sagrada Familia, el Park Güell, el Camp Nou o l’Eixample. Ahora, con la normativa autonómica, se eliminaría totalmente su actividad.