El mercado inmobiliario de Canarias observa con preocupación los últimos datos del Ministerio del Interior, que reflejan que el archipiélago es una de las tres regiones españolas —junto con Asturias y Baleares— en las que la ocupación ilegal de viviendas —fenómeno okupa— no solo no ha descendido, como en el conjunto de España (-12%), sino que se ha incrementado en algo más de un 7%.
Sin embargo, la presidenta de la Asociación Canaria del Alquiler Vacacional (Ascav), Doris Borrego, ha asegurado en declaraciones a La Provincia que no considera que estos datos deban sembrar temor entre los propietarios. “Los casos de ocupaciones ilegales son una excepción, no son un problema para las viviendas vacacionales”, afirma.
Al entrar y salir huéspedes constantemente, nunca está vacía la vivienda, por lo que el riesgo se reduce”
Según Borrego, que se produzca un allanamiento en una vivienda destinada al alquiler turístico es improbable, dado que “al entrar y salir huéspedes constantemente, nunca está vacía la vivienda, por lo que el riesgo se reduce”. Además, añade que es “extraño” que los clientes se nieguen a abandonar la vivienda una vez finalizado el periodo de estancia contratado.
A pesar de todo, la presidenta de Ascav recalca que la seguridad es fundamental a la hora de explotar una vivienda vacacional y que, de hecho, la mayoría cuentan con alarma y cerradura electrónicas para prevenir posibles allanamientos.