Tres personas han sido detenidas por resistencia a la autoridad en el desalojo del complejo turístico Casa Lola, situado en el municipio turístico de Sant Josep (Ibiza). Dos eran trabajadores del establecimiento, mientras que la otra persona era un turista alojado en el mismo. 

Debido a varias obras realizadas sin licencia —tres piscinas, varias terrazas, un porche o una edificación de 50 m², entre otras—, el Ayuntamiento de Sant Josep había ordenado la demolición del edificio, además de proponer una sanción de 1,4 millones de euros. Durante la mañana del pasado martes, los equipos del consistorio se personaron para iniciar el derribo previamente notificado y encontraron que el complejo estaba ocupado tanto por personal como por huéspedes.

Según informa el Periódico de Ibiza Y Formentera, los efectivos de la Policía Local y la Guardia Civil intentaron hablar con el personal y coordinar el desalojo; sin embargo, ante la falta de cooperación, un cerrajero tuvo que facilitar el acceso al complejo.

Caos entre la clientela
 

Una vez dentro, los agentes comenzaron a evacuar a todas las personas que estaban en el complejo, llegando incluso a forzar las cerraduras de las habitaciones. Entre la clientela reinaba el desconcierto, ya que en ningún caso fueron avisados de que Casa Lola tenía una orden de demolición para ese mismo día. Ante esta situación, el Consistorio animó a los turistas que han perdido sus reservas a denunciar a la propietaria de Casa Lola por estafa.  Tras el desalojo, se iniciaron las labores de derribo.